CANTÀBRIA 2019

Des de la matèria de Castellà s'ha demanat realitzar un diari del viatge a Cantàbria. A continuació es publica el relat:
Fotos: Cote Aragoneses


PRIMER DÍA: Lunes, 3 de Junio.

Actualmente, acabamos de partir rumbo desde el instituto hacia el hotel de Santillana del Mar. La primera parada que haremos será en “Alfajarín”, un área de servicio para poder almorzar lo que ya traemos de casa. Seguidamente, siguiendo el recorrido por la carretera, llegaremos a la penúltima parada para poder comer y descansar disfrutando de las maravillosas vistas y construcciones que se pueden apreciar. Hablo de “el Puerto de Castro Urdiales”, un lugar muy marítimo en el que se ve mucho mar y pequeñas barcas. Aun así, también hay diferentes lugares en los que se puede disfrutar utilizando la vista de la elegancia y antigüedad que tienen. 

Finalmente, llegamos a nuestro destino; el hotel, en el que descargamos nuestras pertenencias, nos separamos por habitaciones y cada uno se instala en su lugar adecuado. Nos dejaron un pequeño tiempo libre para visitar aquel magnífico municipio y conocerlo un poco más, hasta la hora de cenar. El día fue bastante cansado y pesado, ya que eran muchas horas de viaje en autobús y quieras o no, agobia. En general, la noche de cada uno estaba llena de nervios y alegría, y por eso, la mayoría se durmió tarde. 

SEGUNDO DÍA: Martes, 4 de Junio.


Para comenzar el día, un poco de entusiasmo y asombro no venía mal, Disfrutamos de las fascinantes vistas de “los Picos de Europa”, montados en teleférico. 


Al principio, creíamos que nos iba a impresionar tanta altura e íbamos a sentir miedo o vértigo, pero en cambio, solo sentíamos impresión por lo que se llegaba a ver a tanta altura. 

Nos recorrimos gran parte a pie, incluso había zonas con nieve, y como no, casi nadie se resistió a no tocarla y jugar con ella. Después, nos dirigimos a “Potes” para comer, y aprovechando el lugar, lo visitamos muy salteadamente. 

Seguidamente, fuimos a “la Feria del Bestiar, de Torrelavega”, donde un guía nos explicó resumidamente la función que tienen, las actividades que se ejercitaban… Había bastantes animales, la mayoría se repetían abundantemente. 

Finalmente, llegamos al hotel, nos dejaron un tiempo libre como todos los días, cenamos y lo que tanto esperaba con muchas ganas gran parte de todos, la discoteca. Al llegar, nos ofrecieron un ticket que podías utilizar para canjear una sola bebida, pero sin alcohol. Solía haber música típica de la época actual en la que estamos, aunque en su lado opuesto, estaban los billares para jugar y el karaoke, donde se escuchaba música de todo tipo, al gusto. Aquella noche fue muy movediza, así creando un no parar increíble. 

TERCER DÍA: Miércoles, 5 de Junio.












Puedo decir que este día, lo más destacado fue “la Cueva del Soplao”, lo primero en visitar. Comenzamos el viaje para entrar en la cueva con un pequeño tren de madera que nos lleva a su entrada principal subterránea. Avisaron que por desgracia, no se podía utilizar ningún aparato electrónico a dentro, solo mientras íbamos en el tren (Aunque lo que se veía, tampoco era gran cosa). Al entrar, si resumimos brevemente en una sola palabra la primera impresión que te llevas de aquel especial lugar, sin duda seria: “Mágico”. Mientras la cruzas, sencillamente te puedes imaginar viviendo una historia de ciencia ficciosa, pero en real. Tan solo ver lo que el agua formó allí abajo y lo que los mineros descubrieron, se te llenan los ojos de curiosidad por saber más de ella. 

A continuación, volvimos a Santillana del Mar para comer en el hotel, y nada mas terminar, visitamos “la Cueva de Altamira”, seguidos por un guía y divididos por tres grupos para facilitar la visita. Podíamos apreciar la vida prehistórica en aquellos tiempos, y a eso le añadimos las técnicas de cacería, de pintura, los utensilios… En si, la historia de vivencia que tenían. Finalmente, visitamos “Comillas” y “San Vicente de la Barquera”, donde mayoritariamente lo que se veía más era el mar, la abundante vegetación, los turistas y los monumentos que solían estar muy decorados. Para acabar, volvimos al hotel, cenamos y como no, fuimos a la discoteca. ¡Aquello parecía una rutina a seguir! 

CUARTO DÍA: Jueves, 6 de Junio.



Sin duda, el día más cansado de todos. La acumulación de agotamiento de todos los días, se derrumbaron justo en el día que más o menos, había que hacer mas cosas. Visitamos “Santander”, y allí, “el Cap Major”, “el Paseo del Sardinero” y “el Palacio de la Magdalena”. Las vistas eran espectaculares y se podía disfrutar del paseo al aire libre y de la brisa suave del viento juguetón. En ese momento, la tranquilidad florecía abundantemente en cada segundo de paso que dabas. Seguidamente, visitamos “el Parque de Cabárceno” en autobús, acompañados por una guía. Vimos el espectáculo de los leones marinos, en el que por cada parte que actuaban te salía una pequeña sonrisa. 
Pudimos ver y entender que esos animales tienen una gran inteligencia y que pueden conseguir todo lo que se proponen dentro de sus posibilidades y que nosotros vemos a ellas con una perspectiva bastante diferente. Después, el espectáculo de las aves rapaces, en el que lo que más se sentía eran nervios, ya que las diferentes especies de aves entrenadas pasaban por encima de algunas cabezas, así rozando una parte de ellas con unas nuestras. También nos explicaron la historia y el trabajo de supervivencia que tienen y que les hace ser un gran referente de valentía, pero que nosotros, lamentablemente, ni nos damos cuenta de que en nuestro alrededor muchas nos acompañan y que injustamente mueren de forma dura, tanto porque el viaje ya de por si es complicado de superar y se pueden entrometer con diferentes obstáculos así haciéndoles un viaje lleno de fuerza y sufrimiento causándoles un agotamiento difícil de sobrepasar o simplemente, nosotros los humanos las matamos. Por otra parte, en el viaje en autobús, vimos muchos animales más libres de lo normal y que precisamente, no es muy común verlos de esa manera. Detrás de un parque tan grande, bien divido y atendido, hay una gran historia llena de sacrificio que estuvo en la cuerda floja del fracaso, pero que por suerte, consiguieron lo que tanto deseaban conseguir; una libertad moderada para los animales y el asombro hacia ello por parte de las personas visitantes. Por último, llegamos al hotel reventados de cansancio, cenamos y por desgracia para algunos, último día de discoteca, así que los que fueron, lo disfrutaron al máximo. 

ÚLTIMO DÍA: Viernes, 7 de Junio.

Al ser el final de las vacaciones, fue el día más “light”, es decir, no había tanto por hacer, sino mas que nada, disfrutar de las pocas horas que quedaban. Lo primero en visitar fue “Briones”, y después, “el Museo del Vino”, localizado en la misma zona. 
La visita estaba introducida por un trabajador que nos explicó en que parte y en cuantas salas estaba dividido el museo y lo que contiene cada una de ellas. Principalmente, la primera sala estaba compuesta por maquinaria de proceso de creación, mas tarde, en otras salas se destacaba mucho el arte y la última, los diferentes tipos de abre-corchos que habían. Seguidamente, en el mismo pueblo comimos y finalmente volvimos a Tarragona haciendo dos paradas para comer, descansar y hacer lo que necesitáramos. 

El viaje de vuelta se pasó más rápido que el de ida y la llegada fue especial y emocionante, ya que nos esperaban todos nuestros familiares impacientes por volvernos a ver. De ese momento, podemos darnos cuenta que tenemos gente al lado que nos quiere, nos aprecia y se preocupa por nosotros. Sin duda, un gran “gracias” se merecían.

Escrit per Andrea Santaella Teruel, 2n ESO E

Gràcies, profes!